Chiste 0107 - Las esposas

Tres parejas se casaron y se quedaron en el mismo hotel para su luna de miel. Todos ellos fueron atendidos por José, el botones.

El primer hombre se casó con una enfermera. José les mostró su habitación y pensó "Él es afortunado. Las enfermeras son conocidas por ser bondadosas."

El segundo hombre se casó con una operadora de telefonía. José les mostró su habitación y pensó, "Él es afortunado. Las peradoras de telefonía son conocidas por las voces atractivas."

El tercer hombre se casó con una maestra de escuela. José les mostró su habitación y pensó "Él es desafortunado. Ella es bonita pero las maestras son conocidas por ser mojigatas."

A la mañana siguiente José llegó a trabajar a las 5:30 de la mañana. A las 6:00, el teléfono sonó. La enfermera llamó para ordenar el desayuno. José llevó el desayuno a la pareja y cuando el esposo de la enfermera abrió la puerta, José estaba sorprendido. Las pijamas del hombre todavía estaban planchadas y su pelo bien peinado. José le preguntó, "¿Qué pasó Señor? Se casó con una enfermera." El hombre le respondió: "José, nunca se case con una enfermera. Todo lo que oía anoche era su molesta voz diciéndome ´no eres higiénico, no eres higiénico´".

José regresó a su escritorio para esperar para la siguiente llamada.

A las 6:30, el teléfono sonó. La operadora de telefonía llamó para ordenar el desayuno. José llevó el desayuno a la pareja y cuando el esposo de la operadora de telefonía abrió la puerta, José estaba sorprendido. Las pijamas del hombre todavía estaban planchadas y su pelo bien peinado. José le preguntó, "¿Qué pasó Señor? Se casó con una operadora de telefonía." El hombre le respondió: "José, nunca se case con una operadora de telefonía. Todo lo que oía anoche era su molesta voz diciéndome ´tus tres minutos son completos, tus tres minutos son completos´".

José regresó a su escritorio para esperar para la siguiente llamada. Mucho tiempo pasaba y no había otra llamada.

Finalmente, a las 16:30, el teléfono sonó. La maestra de escuela llamó para ordenar el desayuno. José llevó el desayuno a la pareja y cuando el esposo de la maestra abrió la puerta, José estaba sorprendido. El hombre llevaba sólo su bóxer y su pelo era un desastre. Él tenía las marcas del rasguño en su pecho, brazos y piernas. José le preguntó, "¿Qué pasó Señor?" El hombre le respondió: "José, cuando se case, asegúrese de casarse con una maestra de escuela. Todo lo que oía anoche era su voz diciéndome ´Vamos a hacer esto otra vez, hasta que lo hagamos correctamente´."