Chiste 0398 - El joven monje

El novicio llegó al monasterio y rápidamente se dirigió al monje principal para que le diera instrucciones.

"Mijo, quiero que recuerdes tus votos de silencio", comenzó el monje principal. "Sin embargo, lo que quizás no te des cuenta es que después de cinco años, se le permite hablar cuatro palabras."

El hombre joven asintió con la cabeza.

Después de cinco años, el novicio fue convocado nuevamente a la oficina del monje principal. Al entrar, lo saludaron y le dijeron que sus primeros cinco años habían terminado y que era hora de que él hablara sus cuatro palabras.

"La cama es dura", anunció el joven monje, al que el anciano simplemente asintió con la cabeza y excusó al hombre.

Pasó otros cinco años y nuevamente se repitió el ritual. El monje anciano volvió a preguntar por las cuatro palabras del joven monje.

"La comida es mala", él respondió, y fue nuevamente excusado.

Llegó a quince años y nuevamente apareció el joven monje y se le volvió a pedir las cuatro palabras.

"Renuncio", le dijo el joven monje.

El monje principal suspiró y le dijo: "No estoy sorprendido. ¡Todo lo que has hecho desde que llegaste aquí fue quejarte!"