Chiste 0393 - Los caracoles
- El Gringo
- Apr 1, 2020
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Una esposa y su esposo estaban teniendo una cena para todas las principales figuras de estatus en Cancún, México. La esposa estaba muy entusiasmada con esto y quería que todo fuera perfecto. En el último minuto, se dio cuenta de que no tenía ningún caracol para esta cena, así que le pidió a su esposo que fuera a la playa con el balde que su esposa le estaba entregando para recoger algunos caracoles.
Muy a regañadientes el esposo aceptó. Tomó el balde, salió por la puerta, bajó los escalones y salió a la playa. Mientras recogía los caracoles, notó que una hermosa mujer paseaba junto al agua un poco más abajo en la playa. Siguió pensando para sí mismo: "¿No sería genial si ella simplemente viniera y me hablara?" Volvió a recoger los caracoles. De repente, miró hacia arriba, y la hermosa mujer estaba parada justo sobre él.
Se pusieron a hablar y ella lo invitó a volver a su casa. Estaban en su apartamento en la playa, y empezaron a ligarse. De sus actividades, él se agotó después y se desmayó allí. Más tarde, se despertó y exclamó: "¡No! ¡La cena de mi esposa!" Recolectó toda su ropa, se la puso muy rápido, tomó su balde y salió corriendo por la puerta. Corrió por la playa hasta su apartamento.
Subió corriendo las escaleras de su hogar. Tenía tanta prisa que cuando llegó a la cima de las escaleras, dejó caer el balde de caracoles. Había caracoles por las escaleras. La puerta se abrió en ese momento, con una esposa muy enojada parada en la puerta preguntándole dónde había estado todo este tiempo. El esposo miró a los caracoles por toda la escalera, luego la miró, de nuevo miró a los caracoles y dijo: "¡Vamos chicos, ya casi llegamos!"
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