Chiste 0307 - El hijo
- El Gringo
- Mar 31, 2020
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Era hora de las vacaciones anuales de tres semanas de San Pedro, y Jesús se ofreció de voluntario para reemplazarlo en las puertas del cielo. "No es una cosa difícil", explicó San Pedro. "Simplemente siéntese en el mostrador de inscripciones y pregúntele a cada persona un poco sobre su vida. Luego, envíelas al servicio de limpieza para que reciban sus alas."
Por dos días, no hubo problemas. En el tercer día, un anciano desconcertado apareció enfrente de Jesús. Jesús le pidió al anciano que le contara algo sobre sí mismo.
"Soy un carpintero simple", dijo el anciano. "Y una vez tuve un hijo. Nació de una manera muy especial, y no se parecía a nadie en el mundo. Pasó por una gran transformación a pesar de tener agujeros en sus manos y pies. Me lo quitaron por mucho tiempo. Finalmente su espíritu vive para siempre. En todo el mundo, la gente cuenta su historia."
En este momento, Jesús estaba parado con los brazos extendidos. Había lágrimas en sus ojos, cuando abrazó al anciano. "Padre", lloró. "Hace mucho tiempo que no lo había visto."
El anciano entrecerró los ojos, se quitó los anteojos, se quedó mirando fijamente por un momento mientras se limpiaba los anteojos, se los ponía, miraba a Jesús otra vez y decía: "¿Pinocho, eres tú?"
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