Chiste 0213 - Nunca contrate a un hombre para hacer un trabajo de mujer

Hace unos meses, hubo una vacante con la Agencia Central de Inteligencia (CIA) para un asesino. Estas posiciones altamente clasificadas son difíciles de llenar, y hay muchas pruebas y verificaciones de antecedentes antes de que pueda ser considerado para el puesto.

Después de enviar a algunos solicitantes a través de las verificaciones de antecedentes, el entrenamiento y las pruebas, redujeron las opciones posibles hasta dos hombres y una mujer, pero solo había un puesto disponible.

Llegó el día de la prueba final para decidir qué persona obtendría el trabajo extremadamente reservado. Los hombres de la CIA que administraban la prueba llevaron a uno de los hombres a una gran puerta de metal y le dieron una pistola. "Debemos saber que usted seguirá sus instrucciones sin importar las circunstancias", le explicaron. "Dentro de este cuarto, usted encontrará a su esposa sentada en una silla. Mátela con esta arma."

El hombre se asombró y les dijo "¡No pueden hablar en serio! ¡Nunca podría dispararle a mi esposa!"

Un hombre de la CIA le dijo "Definitivamente no es el hombre adecuado para este trabajo. Gracias. Lleve a su esposa y vayan a casa. Adiós."

Entonces llevaron al segundo hombre a la misma puerta y le dieron una pistola al hombre. "Debemos saber que usted seguirá sus instrucciones sin importar las circunstancias", le explicaron al segundo hombre. "Dentro de este cuarto, usted encontrará a su esposa sentada en una silla. Mátela con esta arma."

El segundo hombre pareció un poco sorprendido, pero sin embargo tomó el arma y entró en el cuarto. Todo estuvo en silencio durante unos cinco minutos, luego se abrió la puerta. El hombre salió del cuarto con lágrimas en los ojos. "Traté de dispararle. No podía apretar el gatillo y dispararle a mi esposa. Supongo que no soy el hombre adecuado para el trabajo."

"Estoy de acuerdo.", respondió el hombre de la CIA. "Usted no tiene lo que se necesita. Gracias. Lleve a su esposa y vayan a casa. Adiós."

Entonces, la mujer era la única que quedaba para probar. Nuevamente la llevan a la misma puerta y le dieron la misma arma. "Debemos saber que usted seguirá sus instrucciones sin importar las circunstancias", le explicaron a la mujer. "Dentro de este cuarto, usted encontrará a su esposo sentado en una silla. Mátelo con esta arma."

La mujer tomó el arma y entró en el cuarto. Antes de que la puerta se cerrara por completo, los hombres de la CIA oyeron que el arma comenzó a dispararse, una descarga tras otra, para 13 disparos. Luego oyeron gritos, choques y golpes en las paredes. Esto continuó durante varios minutos, luego todo quedó en silencio. La puerta se abrió lentamente, y allí estaba la mujer. Ella se secó el sudor de la frente y les dijo "¡Ustedes no me dijeron que la pistola estaba cargada de balas de salva! Tuve que golpearlo hasta la muerte con la silla!"