Chiste 0207 - La durmiente

Un día, el Señor Menendez fue a hablar con el ministro en su iglesia. "Reverendo" le dijo, "Tengo un problema. Mi esposa se queda dormida durante sus sermones. Es muy vergonzoso. ¿Qué debo hacer?"

"Tengo una idea" le dijo el ministro. "Lleve este alfiler con usted. Podré decir cuando esté durmiendo, y lo moveré en momentos específicos. Cuando me mueva, déle un buen golpe en la pierna con el alfiler".

En la iglesia el domingo siguiente, la Señora Menendez se quedó dormida. Al darse cuenta de esto, el ministro puso en práctica su plan. El ministro les preguntó a los fieles "¿Y quién hizo el máximo sacrificio por usted?" asintiendo con la cabeza hacia el Señor Menendez.

"¡Jesús!" gritó la Señora Menendez mientras su esposo la golpeaba en la pierna con el alfiler.

"Sí, tiene razón, Señora Menendez", dijo el ministro.

Pronto, la Señora Menendez volvió a cabecear. Una vez más, el ministro notó que dormitaba. "¿Quién es su redentor?" le preguntó a los fieles, señalando al Señor Menendez. "¡Dios!" gritó la Señora Menendez ya que estaba atrapada de nuevo con el alfiler una vez más.

"De acuerdo, Señora Menendez", le dijo el ministro, sonriendo y continuando con su sermón. En poco tiempo, la Señora Menendez se adormeció de nuevo. Sin embargo, esta vez el ministro no se dio cuenta. A medida que aumentaba el ritmo de su sermón, hizo algunos movimientos que el Señor Menendez tomó como señales para despertar a su esposa nuevamente. Estaba volviendo a pegar a su esposa con el alfiler cuando el ministro les preguntó "¿Y qué le dijo Eva a Adán después de que le dio a luz a su nonagésimo noveno hijo?"

La Señora Menendez le gritó a su esposo "¡Metes esa cosa en mí una vez más y la romperé y te la meteré por tu culo!"