Chiste 0181 - El loro con la mala actitud

Jorge recibió en la Navidad un loro. El loro era de edad madura, con una actitud muy mala y vocabulario grosero.

Cualquier palabra era una palabrota. Aquellas que no eran palabrotas, eran, por no decir más, groseras. Jorge trató de cambiar la actitud del ave diciendo constantemente palabras corteses y tocando la música suave o haciendo lo que sea. Nada mejoró la actitud del ave. Gritó al ave, y la actitud del ave empeoró. Sacudió el ave, y el ave se puso más brava y más grosera.

Finalmente, en un momento de desesperación, Jorge puso el loro en el congelador. Durante unos momentos Jorge oyó el ave maldiciendo, graznando, pateando y gritando y entonces, de repente, hubo absoluto silencio.

Jorge estaba asustado porque él pensó que tal vez había herido al loro, y rápidamente abrió la puerta del congelador.

El loro tranquilamente salió al brazo extendido de Jorge y le dijo, "Lo siento que lo ofendí con mi lenguaje y mis acciones, y pido su perdón. Procuraré corregir mi comportamiento".

Jorge estaba asombrado de los cambios de la actitud del ave y le iba a preguntar qué lo había cambiado, cuando el loro continuó, "¿Me permite preguntarle qué hizo el pollo?"